El cultivo del duraznero en Río Cuarto está condicionado por enfermedades que causan daños importantes, como la viruela, el torque y la podredumbre. Estas pueden controlarse con oxicloruro de cobre y caldo bordelés, considerados de bajo riesgo para la salud humana y de escaso impacto ambiental, admitidos en sistemas de Producción Orgánica y de Manejo Integrado de Plagas (MIP). En BPA se prioriza la utilización de MIP para minimizar riesgos a la salud humana y al ambiente. Muchos plaguicidas se acumulan en la superficie del suelo donde la densidad de organismos es máxima pudiendo provocar alteraciones. Los organismos del suelo colaboran en su estructura y descomposición de materia orgánica (DMO), siendo clave para la fertilidad del suelo. El objetivo es evaluar el impacto ambiental de plaguicidas considerados seguros, como un aporte para el avance de sistemas de manejo de plagas respetuosos del ambiente. Se analizará el efecto del oxicloruro de Cu y caldo bordelés sobre la actividad biológica del suelo y se evaluara el efecto sobre la producción y calidad de frutos con la hipótesis de que el uso de estos productos generarí­a alteraciones en los organismos del suelo que actúan sobre la descomposición de la materia orgánica. Se desarrollara en la UNRC con durazneros de 5 años. Para determinar el impacto de los agroquí­micos en el suelo se utilizará una técnica de bolsas perforadas con heno de alfalfa enterradas en el suelo. Se evaluará la actividad biológica del suelo a través de la DMO. El diseño será en BCA, con 12 tratamientos (combinación de 2 fungicidas y el testigo, 2 tiempos de retiro de bolsas, 2 tamaños de perforaciones) y 3 repeticiones.

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