Espósito Goya, G.1, Valiente Gómez, M. 2, Calera Belmonte, A.3, Castillo, C. 1, Balboa, G. 1, Videla Mensegue, H. 1
1 Facultad de AgronomÃÂa y Veterinaria. Universidad Nacional de RÃÂo Cuarto. Ruta 36 km 601. Córdoba. Argentina. Tfno: 54 358 4676504, e-mail: gesposito@ayv.unrc.edu.ar
2 Centro Regional de Estudios del Agua. Universidad de Castilla-La Mancha. Albacete - ESPAÑA. E-mail: manuel.valiente@uclm.es
3 Instituto de Desarrollo Regional. Sección de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica. Universidad de Castilla-La Mancha. Albacete - ESPAÑA. E-mail: alfonso.calera@uclm.es
El principal consumo de agua dulce a nivel mundial es para el regadÃÂo, las regiones que principalmente realizan agricultura de regadÃÂo son zonas de elevada aridez con altas demandas hÃÂdricas (Calera Belmonte et al, 2005). Además, el cambio climático registrado por diversos centros de investigación, a nivel global, se manifiesta principalmente en un incremento de la inestabilidad, sumado a un mayor desequilibrio en la oferta de agua por precipitaciones.
Esta situación, exige por parte de los gobiernos, técnicos y productores, aumentar los esfuerzos para incrementar la eficiencia del agua de regadÃÂo (Utset y MartÃÂnez-Cob, 2003). El cultivo de maÃÂz es el de mayor consumo de agua en España utilizando el 16% del total del agua consumida (López Fuster y Montoro RodrÃÂguez, 2005), por ello si se lograsen cambios significativos en la eficiencia de riego, se estarÃÂa consiguiendo en parte el objetivo planteado anteriormente.
A nivel mundial, se han propuesto diversas estrategias para incrementar la eficiencia en el uso del agua del maÃÂz, como son: a) ajustes entre oferta y demanda, b) mejoramiento genético, c) modernización de sistemas y equipos de riego, d) cambios en el manejo de los sistemas productivos, entre otras.
En las últimas décadas se ha incorporado a los sistemas productivos el uso de la siembra directa (SD), la cual consiste en la implantación de un cultivo sobre los residuos vegetales del cultivo anterior, sin labranzas previas que alteren la condición superficial del suelo. La siembra directa es considerada una estrategia para incrementar la eficiencia en el uso del agua. En estudios realizados en Argentina por Espósito (2002), Micucci y Alvarez (2002) y Andrade y Sadras (2000), han señalado que en condiciones de secano, mediante la siembra directa la evaporación directa del suelo se ha disminuido en un 17% en relación al laboreo con arado de rejas y vertederas (LC), además de disminuir notablemente el escurrimiento del agua de lluvia.
En un estudio de 12 campañas agrÃÂcolas en China, se ha establecido que el uso de cubiertas vegetales redujo la evaporación del suelo alrededor de 50 mm ha-1 por año. Ello implicó un aumento de la eficiencia en el uso de agua del orden del 8 al 10% (Zhang, et al. 2005).
Otra de las alternativas de incrementar la eficiencia en el regadÃÂo se basa en la correcta determinación de las necesidades hÃÂdricas de los cultivos. Desde hace varios años se puede determinar la demanda de agua de los cultivos mediante la metodologÃÂa FAO que relaciona la evapotranspiración potencial con un coeficiente que depende del tipo y grado de crecimiento del cultivo denominado kc. Por lo tanto, conocer la evolución del kc de cada parcela en tiempo real, permite establecer con mayor precisión las necesidades hÃÂdricas.
En este sentido, el grupo de Teledetección y SIG, del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla La Mancha, ha diseñado un sistema que permite utilizar las imágenes satelitales de cada parcela, para estimar el coeficiente kc de los cultivos, en tiempo real (Cuesta et al. 2005).
Paralelamente, la ciencia agrÃÂcola moderna ha creado modelos de simulación de crecimiento y desarrollo de cultivos que facilitan analizar cambios en el rendimiento de los cultivos frente a distintos factores. Mediante la combinación de diferentes suelos, climas, cultivares y manejo, éstos modelos estiman la producción a obtener. Por lo tanto, se pueden utilizar para evaluar el impacto que tendrÃÂan diferentes técnicas de manejo.
Por ejemplo, se han empleado estos modelos para evaluar estrategias de fertilización o riego, cambios en las fechas de siembra, utilización de distintas variedades, empleo de diferentes tipos de laboreo, en el marco de su impacto en series climáticas históricas, para apoyar las decisiones de manejo de sistemas de producción agrÃÂcola (Steduto et al. 2009).
El objetivo principal de esta comunicación es realizar un análisis sobre el posible impacto del uso de la siembra directa en suelos de la zona de Albacete en Castilla-La Mancha sobre la eficiencia del uso del agua de riego.
Departamento de Producción Vegetal, Facultad de Agronomía y Veterinaria - Universidad Nacional de Río Cuarto
Ruta 36 km 601, Río Cuarto, Córdoba - Argentina +54 (0358) 467-6159 / 504 / 509
Mail: deptoprodvegetal@ayv.unrc.edu.ar